HISTORIA Y GEOGRAFÍA
La fundación de Santiago de Querétaro
La batalla de la conquista de Querétaro fue larga y salvaje: los españoles se aliaron con los habitantes de Tlachco y, juntos, se batieron a muerte contra los chichimecas sobre el cerro del Sangremal. Hasta que ocurrió un milagro: el 25 de julio de 1531 el cielo, de repente, se oscureció, apareciendo en lo alto una cruz luminosa y, al centro, el apóstol Santiago blandiendo una espada de fuego. Al ver esto, los chichimecas se rindieron y aceptaron la nueva fe.
Querétaro durante el Virreinato
Santiago de Querétaro, la tercera ciudad más importante durante el Virreinato, se hallaba en medio del Camino de Tierra Adentro -o Ruta de la Plata-, por donde transitaban las caravanas cargadas de las riquezas que iban, desde las minas del norte, en los confines del reino, hasta la capital. Además, las haciendas ovejeras y la industria textil hicieron que la ciudad despuntara a causa de la buena calidad de sus mercancías. Los grandes capitales invertidos fueron los responsables del embellecimiento de la ciudad. Se levantaron fuentes, jardines, casonas y exuberantes templos barrocos con interiores de oro.
La conspiración y la Independencia
La noche del 15 de septiembre, las autoridades españolas tuvieron noticia de las juntas clandestinas que mantenían varios criollos en la Casa del Corregimiento. Entre los insurgentes, se encontraba el corregidor, Miguel Domínguez, y su esposa, doña Josefa Ortiz. La historia que sigue es bien conocida: nervioso, el corregidor encerró a su esposa bajo llave con miedo de que ésta cayera presa del pánico y empeorara las cosas. Doña Josefa, sin embargo –y sin pánico–, pudo comunicarse con Ignacio Pérez y con Aldama para que dieran alarma a sus colegas. Cabalgaron a San Miguel el Grande a avisarle a Allende y de ahí a Dolores, donde el cura Miguel Hidalgo resolvió convocar a la población para comenzar la lucha que traería la creación de la Nación Mexicana.
La Reforma y el fin del Segundo Imperio
En 1867, la ciudad fue nombrada Nueva Capital del Imperio Mexicano por Maximiliano de Habsburgo, quien la utilizó como el ultimo bastión de su imperio. Después de 71 días de sitio, las tropas republicanas, encabezadas por Benito Juárez, ingresaron a la ciudad. Un mes después, Maximiliano y dos de sus generales, Miguel Miramón y Tomás Mejía, fueron fusilados en el Cerro de las Campanas. De este modo, se restauró la República Federal y, con ello, Benito Juárez pudo poner en vigencia las Leyes de Reforma.
La Revolución y la Constitución de 1917
En 1916 la ciudad de Querétaro fue nombrada, por tercera ocasión, capital de México. El presidente Venustiano Carranza convocó al congreso para que se redactara la Constitución, misma que fue aprobada el 5 de febrero de 1917 en el Teatro Iturbude, hoy Teatro de la República. De esta manera, se puso fin a la Revolución Mexicana y a seis años de anarquía, pleitos y guerra.
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GEOGRAFÍA
Por su privilegiada ubicación geográfica y sus riquezas naturales y culturales, Querétaro es uno de los destinos más atractivos del país.
Querétaro es el 6º estado más pequeño de México, ocupa el 0.6% del territorio nacional y su superficie es de 11,978 km2. Tiene 18 municipios y posee el lugar 23 en población con 1’598,139 habitantes, el 66% de los cuales se concentran en las dos ciudades principales: San Juan del Río (208,000) y Santiago de Querétaro (918,100), cuya área metropolitana es la 11va más grande del país.
El restante 34% de la población habita en comunidades rurales. 23,363 habitantes hablan alguna lengua indígena, siendo el otomí la más común. Los municipios de Amealco y Tolimán son los principales en donde se habla esta lengua.
El 9% de los queretanos se dedica a la agricultura, el 32% a la industria y el 60% a las empresas de servicios. Cuenta con más de 20 parques industriales, resaltando el parque aeronáutico.
Querétaro siempre se ha ubicado en un cruce de caminos, y no sólo geográficos, sino también históricos: los destinos del país han coincidido varias veces en el estado.
El Querétaro prehispánico
Fue en la Sierra Gorda y en el valle de Querétaro, principalmente, donde existieron asentamientos prehispánicos. En la Sierra Gorda se establecieron grupos dedicados a la minería desde el año 300 a.C., fundando las ciudades de Ranas y Toluquilla, mismas que fueron abandonadas hacia el año 1200 para ser después ocupadas por grupos chichimecas.
El valle de Querétaro empezó a poblarse alrededor del año 50 a.C. por gente dedicada a la agricultura, quienes fundaron una red de pueblos conectados por caminos cuyas ruinas ahora yacen bajo la moderna ciudad, pero se ha conservado la pirámide de El Cerrito, el templo principal de estas culturas, ubicada al sur de la capital.
En el centro de lo que hoy es Santiago de Querétaro existió un poblado llamado Tlachco asentado sobre el cerro del Sangremal. Los antiguos habitantes peregrinaban hasta este lugar sagrado y dejaban ofrendas para sus dioses, pidiéndoles buenas lluvias. Curiosamente, años más tarde, fue ahí, en el cerro del Sangremal, donde desembocaría el agua traída por el Acueducto.